En la Argentina casi la mitad de las personas que tienen empleo trabaja sin aportes y Tucumán encabeza el listado de provincias con un nivel alto de informalidad. El dato, que vuelve a encender las alertas sobre la precarización laboral, surge del último informe del Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Universidad de Buenos Aires (IIEP–UBA).

Según el relevamiento, la tasa de informalidad fue del 43,2% en el segundo trimestre de 2025, lo que significa que cuatro de cada diez trabajadores no están cubiertos por la legislación laboral, impositiva o de seguridad social. El documento precisa que, aunque hubo variaciones a lo largo del tiempo, los niveles se mantienen altos desde hace más de 17 años, con algunos picos intermedios.

En ese contexto, el estudio basado en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH–INDEC), revela una desigualdad persistente entre regiones, edades y niveles educativos.

Tucumán lidera el ranking de aglomerados

Dentro del mapa nacional, Tucumán se posiciona como el aglomerado con mayor tasa de informalidad del país: 59,6% en el primer trimestre de 2025. Es decir, seis de cada diez trabajadores tucumanos no realizan aportes a la seguridad social. Detrás se ubican San Juan (56,7%) y Formosa (52,2%), mientras que los niveles más bajos se observan en Ushuaia-Río Grande (17,9%) y Neuquén-Plottier (22,9%).

Por regiones, el NOA, el NEA y Cuyo superan el promedio nacional, mientras que la Patagonia muestra las tasas más reducidas. Dentro del NOA, las diferencias son notorias: La Rioja registra 42,3%, pero Tucumán trepa a casi 60%, el valor más alto del país.

Jóvenes: seis de cada diez sin registrar

El grupo más afectado es el de los jóvenes de entre 16 y 24 años, con una tasa de informalidad del 63%. En otras palabras, seis de cada diez jóvenes argentinos trabajan sin aportes ni cobertura social.

El informe también muestra brechas por género: la informalidad alcanza 43,2% entre las mujeres y 41,1% entre los hombres. Sin embargo, por la composición del empleo total, los varones representan el 55% de los ocupados informales.

La educación actúa como un filtro, pero no como garantía. La tasa es del 64,6% entre quienes no completaron el secundario, 41,5% entre los que tienen nivel intermedio y 17,1% entre los universitarios.

Sectores y empresas: dónde se concentra

Las actividades con más trabajo sin registrar son el servicio doméstico y la construcción, ambos con 75,4% de informalidad. Les siguen el comercio (51,6%), el transporte (53,7%) y la industria (42,9%).

El tamaño del lugar de trabajo también marca diferencias: en empresas de hasta 5 empleados la informalidad llega a 65,3%, baja a 30,5% entre 6 y 40 trabajadores, y cae a 12,1% en más de 40. Tres cuartas partes del empleo no registrado se concentran en las unidades más pequeñas.

Ingresos y pobreza laboral: una asociación fuerte

El estudio muestra que la informalidad y la pobreza van de la mano. En el primer trimestre de 2025, 42% de los trabajadores informales vivía en hogares pobres, frente a 12% entre los formales. Además, cuatro de cada diez informales perciben ingresos menores al valor de la línea de pobreza individual, mientras que entre los registrados esa proporción desciende al 5%.

Para los investigadores del IIEP, los datos confirman una realidad estructural: la informalidad no solo implica falta de derechos laborales, sino también menores ingresos y vulnerabilidad económica.